Como siempre los miedos a despojarnos de la ropa con los calores que nos vienen, (si las lluvias nos dejan) podremos sacar nuestros cuerpos al sol, después de dejar atrás abrigos y mangas largas que nos tapan las lorzas ocultas bajo las telas que nos visten de gris y negro en el invierno.
Llega el estallido de color y nos atrevemos con todo lo que nos quepa, y de paso nos deje de buen ver, y aquí empiezan los miedos y las nuevas tallas que ya no son las que teníamos en otoño, por que el invierno y el sofá nos ha dejado de regalo unos kilos de mas que ahora nos vamos a apresurar a quitarnos con mayor o menor fortuna para ver y ser vistos en la pasarela de la vida, vida que nos castiga con los años con unas arrugas de mas y menos pelo donde nos hace falta que crece allí donde no gusta y nos afea...
Bueno, chicos y chicas no sufráis mucho, que no merece la pena, como dice el dicho, "La belleza esta en el interior", aunque suene a consuelo de los que por desgracia no tenemos mucha belleza externa, a veces es verdad y quien no quiera verlo es que no sabe ni mirar, ni ver lo que tiene delante de sus narices.
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